domingo, 10 de mayo de 2015

Cuando las vacas se despeñaban desde Santa Catalina

En el año 1904 encontramos en el diario "El Noroeste" una pequeña noticia en la que se narra como se despeña una vaca desde Santa Catalina. Se narra que su propietaria se llamaba "Maria Bandujo",quizás equivocando el nombre de la calle en la que vivía con el de la desafortunada dueña. La Calle Maria Bandujo se encuentra desde siempre en el callejero local ocupando parte del llamado "Prau de Don Gaspar" en Cimadevilla. El "Lavaderu del campu les monjes" estaba en la esquina de la calle. 

Maria González Badujo y Gregorio García Jove fueron los precursores de la casa de Jove y Llanos. Se cuenta que una María Bandujo de Gijón inicia en 1574 una nueva campaña  para evitar el tributo de sal y que muy pronto secundarían los administradores de salinas Juan Falcón y Bernabé Carmona. 

Si bien es fácil suponer que perder una vaca para una familia que viviera en "el prau de Don Gaspar" a principios de siglo podía representar  una auténtica tragedia para la economía doméstica,  parece ser que no era el redactor del Noroeste del mismo parecer cuando dos días mas tarde, tan mínima noticia, le sirvió de inspiración para desarrollar un auténtico sainete vacuno imaginando los motivos que pudieron llevar a una vaca en pleno uso de sus facultades mentales, o quizás no, a precipitarse al mar.



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